Mi desarrollo personal: Un camino de resignificar.

Mi desarrollo personal: Un camino de resignificar



Por Marcela Sidgman

Desde chica me cuestionaba mucho la vida y la muerte, las familias y sus sistemas, tenia amigos imaginarios, y un sin fin de tesoros, mi mundo interior era tan rico, que me costaba fluir y adaptarme en el sistema social tradicional. Fue tanto mi estrés por sentir que “no pertenecía”, que un día decidí dejar de estar centrada en mí y buscar maneras de comenzar a encajar, o sea, centrarme en los demás. 

Lo que luego me llevaría a un largo camino, en momentos doloroso, pero extremadamente consciente. Llegué, después de muchos estudios y prácticas, a un punto en que me encontré y reconocí. Por fin pude ser yo y fluir de forma feliz en mi sistema. A ese camino, para encontrarme, yo lo llamo desarrollo personal.

El desarrollo personal, para mí, es la consciencia de caminar en el mundo. De seguro vamos a vivir la vida y morir cuando corresponda, eso es lo único claro que tenemos. Suena simple, pero hacernos conscientes de eso, es un desafío que puede durar toda la vida.

En base a mí experiencia, he concluido que este camino también puede ser rápido, activo, consciente, determinante, y muchos adjetivos más, si nos acompañarnos de nosotros mismos y de un Ki (compañero de camino que te ayuda a conectar con la energía vital). En esta revelación, creé P.E.E. Proceso Evolutivo Experiencial (Puedes buscarlo en www.almavital.cl), que, en pocas palabras, es un programa para conocerte, saber de dónde vienes y hacia dónde vas, para que puedas vivir en consciencia y en sintonía con tus propósitos y desde ahí, direccionar tus pasos para llegar a tu meta.

El desarrollo personal va directamente relacionado al profesional, y no es simplemente una profesión o trabajo, sino que: la vocación, aquello para lo cual tenemos herramientas y habilidades inherentes a nuestra esencia, que se transforman en nuestras fortalezas.

Es muy importante encontrar qué es lo que me gusta y para qué soy bueno. Una dirección profesional que nos apasione, enamore, encante y así comenzar a vibrar en sintonía con la felicidad que está en nosotros y nos pertenece.

El desarrollo personal y profesional resignifican nuestras vidas, potenciándolas hacia la felicidad, reactivando nuestra energía vital, conectando con nuestros recursos y entendiendo que son ilimitados.


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