MULTIEXPERIENCIAS



MULTIEXPERIENCIAS

Por Karin Olave

¿Cómo podemos generar momentos de aprendizajes significativos con nuestros hijos?

Aprender es un proceso más simple de lo que muchos creen. Si aprendemos a través de todos nuestros sentidos, estamos integrando cada parte de nuestro cuerpo, mente y alma. El ser humano está inmerso en un aprendizaje continuo. Especialmente los niños, con o sin necesidades especiales, tienen una capacidad inmensa de integrar todo lo que viven día a día y convertirlo en aprendizaje. Su cerebro es muy flexible, mucho más que el de un adulto, lo que se conoce como Neuroplasticidad en lenguaje técnico. Se ha descubierto que podemos ir generando nuevas conexiones neuronales todos los días, a través del cuerpo. ¿Cómo podemos ayudar a estimular esto? Todos los días es una oportunidad de aprender a través de las experiencias sensoriales (la información que ingresa por nuestros sentidos).

Entonces en casa podríamos estimular, por ejemplo, el girar, gatear, arrastrarse en superficies con distintas texturas o resbalosas. Realizar movimientos en hamaca, movimientos lentos de brazos y piernas, usar masajeadores, lanzar pelotas y tomarlas, jugar hincados, saltar, etc. A nivel de oído, que los bebés y niños escuchen música relajada y no tan relajada, poemas, que escuchen su propia voz al cantar con un micrófono. A nivel de olfato, que conozcan distintos olores, que disfruten la naturaleza. Con su vista, vean una variedad de colores, formas, texturas. Que con la boca y lengua, trabajen el masticar texturas diferentes, que prueben sabores nuevos. En síntesis, es darles un abanico de posibilidades de adquirir experiencias propias y atender a ellas, porque “cuando la atención se involucra, el cerebro cambia”, como dice Carla Reed, ABM practitioner.

Es importante también el proceso de adquirir mayor conciencia del propio cuerpo. La propiocepción es el cómo sentimos la posición de nuestras partes corporales. Ayudar a que observen con atención su propio cuerpo, es un regalo precioso que le puedes dar a tu hijo, que experimenten la necesidad de conocerse es algo simplemente maravilloso. Este es un proceso que se comienza desde bebés, cuando se empiezan a mirar las manos, cuando se tocan los pies o los muerden, son acciones que parecen comunes, pero son muy valiosas. El niño está experimentando el saber que tiene pies, que su tronco se puede “doblar” para acercar su boca a sus pies o viceversa. Es ideal darle herramientas para fortalecer lo que puede hacer, para comenzar desde ahí a mejorar. Ojalá nunca pedirle a un niño lo que no puede hacer.

Y con el lenguaje, habla y voz, ayuda a sacar la voz de tu niño(a), lo que significa que tengo que hablarle con ternura y amor, expresar siempre en positivo, para que ellos tengan la seguridad que el hablar no va a significar un reto o castigo, sino que un incentivo para seguir haciéndolo. Que sepan que al hablar se podrán comunicar con el resto, expresar sentimientos y emociones, informar al otro lo que está pasando, lo que les interesa, lo que no les gusta. Deslumbra a tu hijo con las cosas cotidianas y dale la contención que necesita para realizar con pasos seguros lo que quiere o querrá hacer en su futuro.

Comentarios

Entradas populares