LA COMIDA Y YO
LA COMIDA Y YO
Por Camila Fernández
Las primeras personas que nos enseñan a relacionarnos con los alimentos somos nosotras, las mamás. Somos la imagen que va a marcar la relación que nuestros hijos tendrán con la comida, con su nutrición. Así lo explica la psicóloga Andrea Fontecilla Atton: "La madre es quien controla la ingesta de alimentos hasta que los niños logran cierta independencia, el utilizar una necesidad básica como instrumento de control, puede llegar a ser perjudicial en la edad adulta y ser la base de un trastorno alimenticio".
En esta primera columna de alimentación saludable, quiero contarles mi experiencia y cómo empecé a cambiar mis malos hábitos. Nunca tuve una relación sana con la comida, tengo un trastorno de alimentación por atracones, siempre traté de tapar un "vacío" con comida y sufrí mucho, porque crecí con la convicción de que gordo era malo y flaco bueno, es lo que aprendí.
Todas estas cosas que escuchamos se heredan de alguna parte, por lo tanto la relación que tenemos con la alimentación se puede trabajar con nuestros ancestros desde sus inicios o podemos trabajarlas hoy para que nuestros descendientes no sufran los trastornos alimenticios que nosotras experimentamos. Con esto no quiero decir que las mamás de las personas que tienen problemas con la comida sean malas, es que desde el inconsciente ellas repiten patrones que heredaron de sus propias madres, y así sucesivamente. Por ejemplo, muchas veces cometemos errores como premiar con comida o castigar sin comida. También es lo que nuestros hijos escuchan de nosotras. Gran parte del tiempo entre mujeres hablamos de nuestro cuerpo y no de manera muy amable, de los prototipos de belleza que nos inculcaron, etc.
Cuando me di cuenta que mi problema era grave para mi salud y que estaba maltratando mi cuerpo y mente, decidí tratar esta enfermedad y rehabilitarme, ahora estoy REHABILITADA. Digo rehabilitada porque al Igual que cualquier droga, la comida no saludable es adictiva, por lo que fue un proceso profundo, dentro del cual, mi opción fue eliminar todo lo malo y meterme de lleno en la alimentación saludable, para comenzar mi proceso de sanación personal.
El primer paso para conciliarme con mi cuerpo y mi necesidad de llenarlo fue reconocer que tenía conflictos del pasado relacionados con la figura materna y que necesitaba una sanación, que en mi caso fue con una excelente psicóloga. Luego pude entender que no era necesario hacer dieta para sentirme saludable, simplemente debemos resignificar las palabras alimentación y nutrición. Lo que entra en mí, me convierte en mí. Cuando comencé a comprender esa afirmación, se abrieron las puertas para un camino de reconexión conmigo, de quererme y aceptarme, y mi anhelo dejo de ser comer menos para estar flaca, sino que comer sano para sentirme saludable.
Hoy vivo en un entorno de alimentación sana, por mí y por mi hija. Sé que ella heredará mi relación con la alimentación, lo que yo le muestre, ella lo integrará. El ejemplo es la fuente del aprendizaje y por eso es fundamental que nuestros niños crezcan viendo a sus referentes disfrutando de la alimentación, con consciencia de los beneficios que ésta le trae a nuestras vidas.
RECETA
Es muy importante que tengamos claro que saludable no es sinónimo de light, en ningún caso, y que la ingesta calórica hay que cuidarla de igual forma. En esta experiencia aprendí que la primera decisión que hay que tomar, para comenzar a alimentarse de una mejor manera, es reducir el tamaño de nuestras despensas. ¿Por qué? Porque los alimentos saludables no son procesados, no tienen preservantes artificiales, son principalmente frescos. Hoy con todas las facilidades que nos da el retail y el escaso tiempo que tenemos, nos cuesta meternos en la cocina, y lo entiendo, pero les prometo que se puede y que hay recetas ricas, saludables, fáciles, rápidas y muy económicas.
Pimentones rellenos
Ingredientes para 2 porciones:
• 1 Pimentón del color que más le guste.
• 2 o 4 huevos.
• Pisca de sal
• Aceite de oliva
• Orégano
• Queso granulado
Lavar el pimentón, cortar por la mitad. En un recipiente para horno poner un chorrito de aceite de oliva, poner los pimentones. Reventar 1 o 2 huevos (depende del tamaño del pimentón). Poner sal y orégano a gusto y cerrar con cualquier queso granulado. Luego meter al horno entre 20 a 25 minutos a temperatura media. Acompañar con ensalada fresca.
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