EL LENGUAJE DEL ALMA

EL LENGUAJE DEL ALMA

Por Karin Olave

Cuando una mujer está embarazada, sólo ansía que llegue el momento de tener a su hijo en sus brazos para poder mirarlo y decirle lo mucho que lo ama. Desde el día en que un bebé comienza a existir, sólo quiere escuchar esa tierna voz, que lo ilumina y lo hace feliz. Porque como es sabido, el bebe adquiere mayor movimiento y energías cuando logra escuchar a su madre, como si el ser que está creciendo dentro quisiera contarnos algo con sus movimientos. Desde aquí comienza el hermoso proceso comunicativo del ser humano. 

Hay muchos estudios que hablan que las plantas no sólo son muy sensibles a las vibraciones de la voz humana, sino también a lo que se les dice. Si uno les habla con palabras positivas siempre y les muestra afecto, estas crecen con más fuerza y hasta dicen que que realizan pequeños movimientos imperceptibles para el ser humano. Establecen una comunicación directa y muy distinta con una persona que les habla con amor. Si esto puede suceder con las plantas, imagínate qué cosas maravillosas puede generar hablar con amor a nuestros hijos, siempre relacionándonos con ellos en positivo. No sólo decirles cosas amorosas, sino que también cambiar el tono de la voz cuando nos dirigimos a ellos, hablarles con calma y paz puede marcar una diferencia enorme, acariciarlos con tranquilidad puede llenarlos de seguridad, felicidad y bienestar. Aprende a hablar su lenguaje, ese lenguaje lleno de inocencia y de magia. Trata de aprenderlo como aprendiste lo que más te gustaba cuando estudiabas. Un cambio en nuestra voz, en nuestras palabras, puede cambiarlo todo en tu hijo, él te admira y te ama. Sólo espera de ti cosas simples, como una mirada, una sonrisa, un juego, un “Te Amo”.

“La madre nos conecta a la vida. La felicidad empieza muy temprano, empieza con la madre”.(Bert Hellinger). La madre es el primer vínculo de afecto que tiene un niño(a), y este vínculo es el que se repite cuando comenzamos a conectarnos con nuestros pares, cuando empezamos a comunicarnos con otros. Si llenamos de seguridad a nuestros hijos, ellos se expresarán seguros en la vida, si les hablamos con amor, ellos tratarán a otros con amor. Darles oportunidades de sacar la voz es tan importante como darles de comer, bañarlos, abrigarlos, etc. Tu hijo es un ser único e irrepetible gracias a ti. Nunca es tarde para recomenzar el vínculo con él, aprovecha cada momento, porque ese momento puede marcar la diferencia, no lo dejes pasar.