LA NUMEROLOGÍA FUE UNA PUERTA PARA MI CAMINO DE CRECIMIENTO PERSONAL
LA NUMEROLOGÍA FUE UNA PUERTA PARA MI CAMINO DE CRECIMIENTO PERSONAL
Por Marcela Sidgman
Cuando quedé embarazada de mi primer hijo, recién a los 3 meses de haberme casado, debo confesar que, entre la emoción, felicidad y cosquilleos en la guata, sentí de forma muy silenciosa, una pizca de miedo, qué digo miedo, terror realmente. Me mataba pensar que pudiese hacer algo que les hiciera mal y que la responsabilidad era, definitivamente, para toda la vida. Ante tal afirmación, me quería preparar y claramente, hacerlo bien, era un objetivo fijo. No le di muchas vueltas a dónde buscar el apoyo que necesitaba, porque ya llevaba un tiempo meditando y reflexionando de mi vida, en un lindo centro donde comencé este camino, por lo que a esa altura tenía claro qué quería hacer: estudiarme y conocerme para convertirme en mi mejor versión personal, fue así como llegó a mi vida la Numerología Tántrica.
La numerología para mí significó un profundo, intenso y lindo viaje de ida, sin regreso, supe en ese momento que era el primer día del resto de mi vida, porque me fasciné con el arte de conocerme y conocer a mi familia. Dentro de esta entretenida aventura, comencé a explorar mi relación con mis papás e inicié una transformación sorprendente de autovalidación y valoración personal, de mirarme con mis defectos y virtudes, mi luz y mi sombra, y desde esa mirada, conocerme, sentirme, aceptarme y amarme. Entender que somos producto de una historia mayor, sacar el “por qué a mí” del vocabulario, y remplazarlo por comprensión, empatía y compasión de “mí”: consciencia de mi pasado, de mis ancestros, de mis descendientes, de mí.
Para esta edición, que estamos escribiendo específicamente de los padres, siento interesante, para quién esté en el camino de conocerse, contarles que, bajo mi perspectiva, para conocernos realmente, es fundamental conocer intímimamente a nuestro padre, pero como persona, no como la imagen que tenemos de ellos como padres.
Para mí, desde una mirada espiritual, a nuestros papás los podemos relacionar con el éxito personal y profesional, la seguridad con que nos paramos y movemos en el mundo y con la mirada y fuerza que tenemos para enfrentar nuestros desafíos personales. Si lo pensamos, la relación con nuestro padre es clave para el éxito profesional y la solvencia económica, porque es una de nuestras primeras figuras de guía y autoridad, a la cual debemos respeto y honorabilidad, si él nos acompañó en nuestro desarrollo de forma segura y contenedora, es probable que esos temas los tengamos más resueltos, sin embargo, si no tuvimos lazos directos, afectivos y efectivos con ellos, es probable que ante un desafío referente a los mencionados, no demos con la talla para sentirnos exitosos, en pocas palabras, nos achiquemos o nos cueste brillar, de la manera que sabemos que podemos hacerlo.
La numerología me acompañó en el descubrimiento de mis papás, ver qué patrones, conductas o aprendizajes traía para mi plan de vida, con mi papá. Qué estaba repitiendo de él en mis acciones sin darme cuenta y qué veníamos juntos a aprender, entre varias cosas más. En este punto debo aclarar que un padre enseña en ausencia o presencia, pero confíen que el plan es perfecto para los desafíos personales que cada uno trae consigo. Tantas cosas se integraron en mí, de forma consciente, que estaban en mi inconsciente y no las lograba ver.
Cuando miramos a nuestros padres, como si nos miráramos a nosotros mismos, somos amorosos con nuestra historia, si comprendiéramos que ellos traían desafíos desde sus propias infancias, quizás más difíciles que los nuestros y que con sus herramientas personales hicieron lo que pudieron, que, aunque para nosotros sea poco, para ellos puede ser mucho. Si los vemos como personas de carne y hueso que buscaron ser felices, de la misma manera que hoy lo buscas tú, que, si se equivocaron contigo, fue por inconsciencia de tu historia, porque estaban tratando de solucionar la de ellos, que se han levantado muchas veces, como han podido, que han tratado de cambiar, pero finalmente optaron por hacerlo a su manera, pero que, de todas formas, ellos nos aman. Reflexionando de la vida de ellos, poniéndonos en sus zapatos y pensando sin juicio en que hicieron lo que pudieron hacer con la experiencia vivida y aprendida, logramos sanar la raíz de pequeñas o grandes heridas de infancia.
La numerología me transformó, porque me permitió conectar con quién yo realmente era, mi esencia, mi árbol, mi raíz, mis papás, mi familia. Todo, desde una mirada muy individual y personal y así, ver cómo mis papás estaban en mí, más de lo que imaginaba, y sanar y evolucionar esa integración. Comenzar a valorarme más, a amarme, respetarme y validarme, lo que ha sido clave para convertirme en un adulto, segura de querer serlo, tomando con amor mis responsabilidades, ser cada vez más consciente de mí. Esta transformación fue tan linda y contenedora que escogí, como mi camino, llevarla e irradiarla con quienes les resuene y que como yo, busquen comenzar a caminar acompañados de si mismos.
Comentarios
Publicar un comentario