EL SOL Y EL PADRE



EL SOL Y EL PADRE

Por Ignacia Solar

Desde la Astrología, El Sol representa lo más puro que yace dentro de ti. Es la cualidad que te caracteriza desde tu nacimiento, la esencia de tu caminar y palpitar en la vida. Simboliza tu poder personal, esa fuerza interior que te impulsa a realizar lo que quieres, el vigor que le pones a tus propósitos y tu expresión genuina hacia el mundo. Es nuestra meta de vida y el ímpetu que nos impulsa a hacerla realidad.

El Sol es el centro de nuestro sistema solar y en la familia de planetas es el padre arquetípico, normalmente se asocia con nuestro lado masculino (yang), con las figuras masculinas de la familia o la línea paterna en general. Él es el guardián del sus seres queridos y el refugio contra los enemigos. Por la potencia que tiene la imagen arquetípica del padre es que hoy queremos enfatizar la importancia de la figura paterna dentro del sistema familiar y el rol afectivo y educativo que posee en el desarrollo del ser, desde nuestra infancia hasta la adultez.

La naturaleza del Sol es la de brillar e irradiar luz por sí mismo, de crear vida y nutrirla, de ejercer influencia vital en los demás y ser reconocido por su capacidad de proteger a quienes dependen de él. Necesita desafíos constantes para probar su poder personal y asistir junto a la Luna (el inconsciente), al desarrollo de nuestro ego, es decir, lo que queremos proyectar hacia el exterior. Es la esfera consciente de nuestra existencia, lo que formamos como nuestra identidad y carácter.

El padre nos impulsa a asomar la cabeza desde el nido y nos da la seguridad para atrevernos a desplegar nuestras alas para volar por nosotros mismos. Representa todo el potencial que estimula al niño a ver el mundo como un lugar seguro para ser conocido, vivir y dejar huella en él. Esto fomenta la autonomía necesaria para que se relacione con su entorno de manera lúcida, hábil, adaptándose a los cambios y tolerando la frustración; si te sientes inseguro, indeciso o con miedos de enfrentar los desafíos que te propones en la vida, te invitamos a reflexionar u observar la relación que tienes hoy con tu padre y cómo te sientes con respecto a la forma en que él te presentó el mundo.

Y si eres padre, te invitamos a potenciar a tu hija/o, a estimularlo a que explore y descubra el mundo como instintivamente lo sienta, tú como Sol estás para entregarle las ganas de vivir, brindarle la libertad para que se auto descubra en todas sus posibilidades. Educarlo de manera empática, así como el Sol entrega su calor a quienes lo rodean. Observa sus movimientos, más que imponerle los tuyos, conéctate con su ritmo y respeta su proceso de crecimiento ¡permítele ser niño!; no podemos forzar a una flor a crecer más rápido. En este proceso, entrégale libertad, seguridad y ejemplo. Cada conflicto puede ser abordado desde la serenidad y afectividad, poniéndote en el lugar de tu hijo, conectándote con tu niño interior y desde ese lugar podrás entender mejor lo que pasa. El Sol tiene el poder de guiar el camino.

¿Qué camino te han enseñado y cuál le estás mostrando a tu hijo/a? Que la luz del Sol los acompañe en su toma de consciencia, sanación y conexión.

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